Los análisis de mercado muestran que la demanda de componentes de plástico de la industria automotriz está creciendo rápidamente. Se estima que para 2026 el mercado de plásticos automotrices tendrá un valor de 68.600 millones de dólares, mientras que en 2018 fue de 48.700 millones.
Las piezas moldeadas de espuma de polipropileno y poliestireno son una excelente opción en la industria de la automoción. Por su flexibilidad y bajo peso, constituyen una gran alternativa a los componentes fabricadas con otros materiales.
Aunque sea difícil de creer, los plásticos y los coches son invenciones de la misma época: el siglo XIX. Hoy en día, se utilizan cada vez más en la construcción de coches modernos. En este contexto, a menudo se les considera los materiales del futuro debido a su peso ligero, resistencia y fácil formabilidad. Pero los plásticos modernos ofrecen muchas más ventajas.
La industria 4.0 utiliza soluciones ecológicas avanzadas para satisfacer las necesidades de la cadena de suministro actual. Una de ellas es el sobremoldeado, un método que acelera la producción y simplifica el ensamblaje de componentes, incluyendo aquellos especialmente complejos.
La espuma de poliestireno, o más bien el poliestireno expandido (EPS) es un material extremadamente eficiente en su simplicidad. Asegura excelentes propiedades aislantes y es muy ligero. Además, dicha solución es bastante económica y subraya la imagen de una marca que se esfuerza por encontrar soluciones innovadoras y pro-ecológicas, ya que el material es 100% reciclable.
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